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12 septiembre, 2024Consejos y Aspectos Legales Clave para Prepararse para una Inspección en un Establecimiento Sanitario


La inspección de establecimientos sanitarios es una responsabilidad crucial para las Administraciones competentes, encargadas de garantizar la calidad y el cumplimiento normativo en la asistencia sanitaria. Según la Ley 14/1986, General de Sanidad, todos los centros y servicios sanitarios están sujetos a inspección y control, tanto por parte de la administración estatal como de las comunidades autónomas y, en algunos casos, por los ayuntamientos locales.
La obligación de los poderes públicos de tutela del derecho a la salud y de inspección y control de los servicios sanitarios, tanto públicos como privados, es una responsabilidad establecida por la legislación vigente. Esta responsabilidad convierte a las Administraciones competentes en las encargadas de garantizar la accesibilidad y de controlar y mejorar la asistencia sanitaria. La inspección corresponde a la administración estatal, autonómica y, en algunos casos, al ayuntamiento local donde se encuentra el establecimiento sanitario.
De acuerdo con la Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad, las autoridades sanitarias competentes deben realizar el control y la mejora de la calidad de la asistencia sanitaria a todos los niveles. Esto implica que todos los centros y establecimientos sanitarios están sujetos a inspección y control sanitarios.
Uno de los principales recursos para la evaluación y control es la Inspección de Servicios Sanitarios, competencia de las comunidades autónomas. Esta Inspección se encarga de supervisar centros, establecimientos y servicios sanitarios públicos, concertados y privados, así como de vigilar el cumplimiento de la normativa sanitaria y de la Seguridad Social. Su misión es tutelar los derechos de los ciudadanos en relación con la asistencia sanitaria y asegurar su calidad.
La evaluación de los servicios sanitarios ha evolucionado desde la simple monitorización de requisitos normativos hacia una evaluación más completa de la calidad de la asistencia sanitaria. Es fundamental destacar que una inspección no siempre implica que se busque una sanción; a menudo, estas inspecciones forman parte de los planes de inspección de las comunidades autónomas para asegurar el cumplimiento normativo.
Las inspecciones pueden ser obligatorias al momento de apertura, traslado, o en los planes programados de la comunidad autónoma, o bien pueden surgir como resultado de denuncias previas.
Desde Acountax, recomendamos a nuestros clientes que mantengan toda la documentación al día y en regla. También es aconsejable contar con orientación legal experta para defender adecuadamente los derechos del establecimiento sanitario en caso de discrepancias con el acta de inspección.
Al recibir una inspección, el inspector debe acreditar su identidad y el establecimiento debe permitirle realizar su actividad inspectora. Es crucial informar al personal sobre las posibles infracciones por obstaculizar la actuación del inspector, ya que esto puede calificar como una infracción grave.
Debemos responder a los requerimientos de la autoridad administrativa dentro del plazo estipulado para evitar infracciones adicionales. La inspección verificará el grado de cumplimiento con la normativa sanitaria, asegurando que la documentación esté en regla y que el centro esté autorizado y correctamente inscrito en el Registro de Centros, Servicios y Establecimientos Sanitarios.
Se comprobará que se informe adecuadamente a los usuarios sobre los costes de los tratamientos y que se emitan facturas correspondientes. También se evaluará la existencia de hojas de reclamaciones y la calidad general de la atención a los pacientes.
Tras la inspección, puede levantarse un acta con posibles deficiencias. El establecimiento tiene un plazo para subsanar estas deficiencias, y se levantará una nueva acta para verificar el cumplimiento. Sin embargo, la subsanación no exonera del procedimiento sancionador, aunque puede influir en la graduación de la sanción.
Dependiendo de la irregularidad detectada, la administración puede iniciar un expediente sancionador. Las sanciones se clasifican como leves, graves o muy graves, y sus consecuencias pueden variar considerablemente. También es importante considerar las posibles responsabilidades legales derivadas de la mala praxis o consecuencias de la atención a los pacientes.
Para manejar adecuadamente una inspección, es esencial subsanar las irregularidades y demostrar buena fe. En caso de desacuerdo con el acta, se tiene el derecho de impugnar la resolución a través de recursos administrativos o proceso contencioso-administrativo. Contar con asesoramiento legal experto, como el que ofrece Acountax, es fundamental para asegurar la correcta defensa y gestión durante una inspección.
Si desea ampliar la presente información, no dude en ponerse en contacto con nuestro despacho llamando al 900 264 785 o bien enviando un email a info@acountax.es