Nuestro equipo se compone de profesionales experimentados, comprometidos con el cliente y altamente especializados en concursos de acreedores.
Somos Abogados para Concursos de Acreedores en Madrid, un despacho con sólida experiencia en la tramitación de concursos de empresas, autónomos y personas físicas, que se encuentran en estado de insolvencia. Te acompañamos a lo largo de todo el proceso concursal, prestando un apoyo constante. Recomendamos siempre a nuestros clientes tener una primera consulta, de esta forma puedes conocer al equipo, consultar tus dudas y contar con la información necesaria para la toma de decisiones más adecuadas de cara a poder reordenar tu negocio y revertir la situación de insolvencia.
El concurso de acreedores es un procedimiento judicial que tiene como finalidad solucionar la situación de insolvencia de una persona física o jurídica, es decir, cuando ésta no puede hacer frente a sus deudas. Este procedimiento se regula en la Ley Concursal y puede ser iniciado por el deudor o por alguno de sus acreedores.
La insolvencia se produce cuando una empresa es incapaz de cumplir con sus obligaciones de pago. En otras palabras, la empresa tiene más deudas que recursos para pagarlas, por lo que no puede hacer frente a sus compromisos económicos.
En esta situación, cualquier deudor puede solicitar un concurso de acreedores con la finalidad de intentar dar solución a una situación de insolvencia. El objetivo del concurso de acreedores es lograr que el deudor pueda continuar con su actividad normal, manteniendo sus puestos de trabajo y cumpliendo con sus obligaciones de pago a los acreedores. Para ello, el concurso de acreedores busca una solución global que permita el saneamiento de la economía del deudor.
Nuestro equipo se compone de profesionales experimentados, comprometidos con el cliente y altamente especializados en concursos de acreedores.
Crear una relación de confianza y compromiso con el cliente, donde las respuestas a sus necesidades jurídicas se adapten a sus circunstancias personales.
Garantizamos la máxima eficacia y aportamos un valor añadido acorde a los más altos estándares profesionales.
El objetivo principal del concurso de acreedores es proteger los derechos de los acreedores y buscar una solución para la empresa en dificultades. Para ello, se establecen diferentes fases que deben seguirse de manera rigurosa.
La primera fase del concurso de acreedores es la solicitud del concurso. Esta fase puede ser iniciada por la propia empresa o por uno o varios de sus acreedores. En la solicitud, se debe indicar el motivo del concurso y presentar toda la documentación necesaria para demostrar la situación de insolvencia.
Una vez presentada la solicitud, se procede a la fase de declaración del concurso, la segunda fase. En esta fase, el juez analiza la documentación presentada y decide si procede o no la declaración del concurso. Si se declara el concurso, se nombra a un administrador concursal que se encargará de gestionar la empresa durante el procedimiento.
La tercera fase del concurso de acreedores es la fase común. Durante esta fase, se lleva a cabo la liquidación de los bienes de la empresa y se procede al pago de los acreedores. Si la empresa tiene posibilidades de viabilidad, también se puede presentar un plan de viabilidad para intentar salvarla.
Si el plan de viabilidad es aceptado, se pasa a la fase de convenio. En esta fase, se establecen las condiciones para el pago de los acreedores y se establece un calendario de pagos. Si todos los acreedores están de acuerdo con el convenio, se procede a la fase de cumplimiento.
En la fase de cumplimiento, la empresa cumple con las obligaciones establecidas en el convenio y se da por finalizado el concurso de acreedores. Si no se llega a un acuerdo en la fase de convenio, se procede a la fase de liquidación.
Durante la fase de liquidación, se venden los bienes de la empresa y se reparte el dinero obtenido entre los acreedores. Esta fase es la última del concurso de acreedores y significa el fin de la empresa en cuestión.
El concurso de acreedores es un procedimiento complejo que consta de varias fases que deben ser seguidas de manera rigurosa. El objetivo principal del concurso de acreedores es proteger los derechos de los acreedores y buscar una solución para la empresa en dificultades. Si se sigue correctamente el procedimiento, es posible encontrar una solución viable para la empresa y evitar su disolución.
En Madrid, las empresas, autónomos y personas físicas que atraviesan dificultades económicas a menudo se enfrentan a situaciones de insolvencia que pueden poner en riesgo sus operaciones y su viabilidad financiera. El concurso de acreedores es un proceso legal que puede proporcionar una solución a estas situaciones, permitiendo la reestructuración de deudas y, en muchos casos, la recuperación del negocio. En Acountax, somos abogados especializados en concursos de acreedores en Madrid, y nos dedicamos a ofrecer un asesoramiento integral durante todo el proceso concursal, buscando siempre la mejor solución para nuestros clientes, ya sean empresas, autónomos o particulares.
El concurso de acreedores es un procedimiento judicial que se regula en la Ley Concursal, cuyo principal objetivo es solucionar la situación de insolvencia de una persona física o jurídica. Este proceso puede ser iniciado por el deudor, es decir, la propia empresa o individuo, o por uno o varios de los acreedores. En términos simples, un concurso de acreedores se utiliza cuando una empresa o persona física no puede cumplir con sus obligaciones de pago, es decir, cuando tiene más deudas que recursos disponibles para pagarlas.
En muchas ocasiones, las empresas o autónomos enfrentan situaciones económicas complicadas en las que la falta de liquidez no les permite hacer frente a sus pagos. A través del concurso de acreedores, se pueden proteger los derechos de los acreedores mientras se busca una solución viable para la empresa. El concurso de acreedores ofrece una oportunidad para reestructurar las deudas, reducir los compromisos financieros y, en algunos casos, incluso continuar operando.
Este procedimiento no solo permite al deudor obtener un respiro financiero, sino que también les da la oportunidad de negociar un plan de viabilidad que puede garantizar la continuidad de la actividad empresarial. El concurso puede llevar a acuerdos con los acreedores para pagar las deudas en plazos más largos, lo que reduce el riesgo de quiebra.
Cualquier persona o empresa que se encuentre en una situación de insolvencia puede solicitar un concurso de acreedores. Esto incluye a empresas que no pueden cumplir con sus obligaciones financieras y a autónomos o personas físicas que atraviesan dificultades económicas severas.
Es crucial comprender que el objetivo principal del concurso de acreedores es que el deudor pueda continuar con su actividad económica en lugar de verse obligado a cesar sus operaciones. En muchos casos, el concurso de acreedores busca encontrar una solución que permita la viabilidad a largo plazo del negocio, manteniendo los puestos de trabajo y respetando los derechos de los acreedores.
El procedimiento de concurso de acreedores se divide en varias fases que deben ser seguidas con precisión para garantizar que se logre una resolución justa y efectiva. A continuación, explicamos cada una de las fases principales:
La primera fase del concurso es la solicitud formal del concurso de acreedores. Esta puede ser iniciada tanto por el deudor como por los acreedores. Durante esta fase, se debe presentar toda la documentación relevante que demuestre la situación de insolvencia de la empresa o el individuo. Esta documentación incluye los estados financieros, los informes de deuda, los balances, y otros documentos esenciales.
Una vez presentada la solicitud, el juez evaluará la solicitud y decidirá si procede o no declarar el concurso de acreedores. Si el juez acepta la solicitud, se declara el concurso, y se nombra a un administrador concursal encargado de gestionar el proceso.
Una vez aceptada la solicitud, se pasa a la fase de declaración del concurso. En esta etapa, el juez revisará los documentos presentados por el deudor y tomará una decisión sobre si el concurso debe ser declarado formalmente. El administrador concursal es nombrado en este punto y tiene la responsabilidad de velar por el buen desarrollo del proceso, incluyendo la gestión de la empresa durante el procedimiento y la supervisión de las operaciones.
En esta fase se evalúan los bienes de la empresa y su viabilidad. Si el deudor tiene posibilidades de continuar operando, se puede presentar un plan de viabilidad que detalle cómo se resolverán las deudas y cómo se garantizará la estabilidad a largo plazo de la empresa. Si este plan es aprobado por los acreedores, se pasará a la fase de convenio. De no ser viable, la empresa pasará a la fase de liquidación.
En la fase común también se liquidan los activos de la empresa, de ser necesario. Esto significa vender bienes de la compañía para pagar las deudas a los acreedores. Esta fase es clave para asegurar que los acreedores reciban lo que les corresponde según la ley.
Si el plan de viabilidad ha sido aprobado, el siguiente paso es la fase de convenio, donde se establece un acuerdo con los acreedores sobre cómo se van a pagar las deudas. En esta fase, los acreedores y el deudor negocian los términos del pago, estableciendo un calendario de pagos y condiciones para la reducción de las deudas.
Si los acreedores aceptan el convenio, la empresa podrá seguir operando y cumplir con las condiciones acordadas. El cumplimiento de este convenio es crucial para evitar que la empresa pase a la fase de liquidación.
La fase de cumplimiento es la última etapa en la que la empresa debe cumplir con las obligaciones establecidas en el convenio. Durante este período, se realizan los pagos establecidos en el acuerdo y se sigue el calendario de pagos acordado. Si la empresa cumple correctamente con sus obligaciones, el concurso se da por finalizado.
Si no se llega a un acuerdo en la fase de convenio, la empresa pasará a la fase de liquidación. En esta fase, todos los bienes de la empresa se venden, y el dinero obtenido se distribuye entre los acreedores. Esta es la última fase del concurso y, si se llega a este punto, la empresa probablemente será disuelta.
A pesar de que el concurso de acreedores puede parecer una medida extrema, en muchos casos es la mejor opción para evitar la quiebra total. A continuación, destacamos algunos de los principales beneficios que ofrece este proceso:
En Acountax, contamos con un equipo de abogados especializados en Derecho Concursal que tienen una sólida experiencia en la gestión de concursos de acreedores en Madrid. Nuestro objetivo es proporcionar un servicio integral y personalizado a cada cliente, asegurando que el proceso se maneje de manera eficiente y en el mejor interés del deudor y los acreedores.
Nuestros abogados se encargan de toda la tramitación del concurso, desde la solicitud hasta la fase de liquidación, si es necesario, y se aseguran de que el procedimiento se ajuste a la ley en todo momento. Además, trabajamos para ofrecer soluciones que permitan la continuidad de la actividad empresarial y la preservación de los activos.
Si te encuentras en una situación de insolvencia o estás considerando solicitar un concurso de acreedores en Madrid, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Solicita una primera consulta para conocer más sobre el proceso y recibir asesoramiento experto de nuestro equipo de abogados especialistas en concurso de acreedores.
Cuando una empresa o persona se enfrenta a una posible insolvencia, el concurso de acreedores puede ser la opción más viable para reestructurar sus deudas y salvar su actividad económica. Sin embargo, es común que los clientes tengan dudas sobre el proceso, especialmente sobre cómo elegir el despacho de abogados adecuado. A continuación, respondemos algunas de las preguntas más frecuentes que potenciales clientes podrían buscar en Google al contratar un abogado especializado en concurso de acreedores.
El coste de contratar un abogado especializado en concurso de acreedores puede variar dependiendo de la complejidad del caso y de la cantidad de trabajo involucrado. En general, los abogados especializados en derecho concursal ofrecen tarifas basadas en la complejidad del proceso y la cantidad de deudas que la empresa o individuo esté tratando de gestionar. En muchos casos, los honorarios se pueden estructurar de forma que se ajusten al tamaño de la empresa o de acuerdo con un plan de pagos flexible, para facilitar que el cliente pueda afrontar los costes sin comprometer sus finanzas.
En Acountax, ofrecemos un servicio transparente y accesible, adaptando nuestros honorarios a las necesidades de cada cliente. Lo más importante es que el abogado proporcione un servicio de alta calidad que permita que el proceso de reestructuración de deudas sea lo más eficiente posible, ayudando a evitar riesgos de liquidación.
El concurso de acreedores puede ser voluntario o necesario, dependiendo de quién lo solicite. El concurso voluntario es aquel que solicita el deudor, es decir, la propia empresa o persona que reconoce su incapacidad de pagar sus deudas y quiere llegar a un acuerdo con los acreedores para reorganizarse. Por otro lado, el concurso necesario es iniciado por los acreedores, quienes solicitan el concurso si consideran que el deudor no está cumpliendo con sus obligaciones de pago.
Es importante que el cliente entienda las diferencias, ya que un concurso voluntario suele permitir una mayor flexibilidad y control del proceso por parte del deudor, lo que puede ser una ventaja si se busca preservar la viabilidad del negocio. En Acountax, nuestros abogados ayudan a los clientes a decidir el mejor camino, ya sea solicitar el concurso voluntario para iniciar un proceso de reestructuración o defenderse en un concurso necesario.
El proceso de concurso de acreedores puede durar varios meses, e incluso años, dependiendo de la complejidad del caso y del tipo de acuerdo que se logre con los acreedores. Si se alcanza un acuerdo favorable en las primeras etapas del concurso, el procedimiento puede cerrarse rápidamente. Sin embargo, si el caso avanza hacia la fase de liquidación, puede prolongarse mucho más tiempo.
En general, los plazos del concurso dependen de la cantidad de bienes a liquidar, de la posibilidad de llegar a un acuerdo con los acreedores y de la carga administrativa que implica cada caso. Un abogado especializado en derecho concursal como los de Acountax puede ayudar a acelerar el proceso y asegurarse de que todas las fases se gestionen correctamente, minimizando cualquier retraso innecesario y maximizando las oportunidades para una solución viable.
Una de las principales preocupaciones de los clientes es qué ocurrirá si no se llega a un acuerdo con los acreedores durante el proceso concursal. Si las negociaciones no avanzan y no se llega a un acuerdo en la fase de convenio, la empresa pasará a la fase de liquidación, en la que los bienes de la empresa se venden para satisfacer las deudas de los acreedores.
Aunque la fase de liquidación representa el fin de la actividad empresarial, un abogado experto en concurso de acreedores puede ayudar a gestionar esta transición de la forma menos perjudicial posible. En algunos casos, es posible realizar acuerdos de última hora o encontrar soluciones alternativas para reducir el impacto de la liquidación. Acountax tiene experiencia en la gestión de estos procesos complejos y trabaja con los clientes para encontrar las mejores opciones posibles, incluso cuando parece que no hay salida.
El deudor (persona física o jurídica) está obligado a solicitar el concurso dentro de los 2 meses siguientes a que haya incurrido en insolvencia (incapacidad para pagar deudas de forma continuada). Si no lo hace, los acreedores o el Ministerio Fiscal pueden solicitarlo como «concurso necesario».
Varía según la complejidad:
Los administradores de sociedades pueden ser responsables personalmente de las deudas si se demuestra negligencia (art. 367 Ley de Sociedades de Capital).
Sí, mediante un convenio de acreedores aprobado por mayoría. En Madrid, muchos casos se resuelven así, especialmente en pymes.
Los Juzgados de lo Mercantil de Madrid (calle García Gutiérrez, 1). Se recomienda asesorarse con abogados especializados en insolvencia.
Sí, mediante incidentes concursales si consideran que se vulneran sus derechos (ej. clasificación incorrecta de créditos).
Sí, como la negociación extrajudicial (acuerdo con acreedores sin concurso) o la mediación concursal.
Puede ponerse en contacto con nosotros escribiéndonos a info@acountax.es, llamándonos de forma gratuita al 900 264 785 o rellenando el siguiente formulario de contacto que ponemos a su disposición.