Si has sufrido un despido improcedente, impago de salarios, acoso en el trabajo o cualquier otra vulneración de tus derechos laborales, tienes derecho a interponer una demanda laboral. Esta guía te ofrece toda la información que necesitas para comprender cómo funciona el procedimiento judicial laboral, qué pasos debes seguir, qué plazos legales debes respetar, y qué documentación necesitas reunir para defenderte de manera eficaz ante el Juzgado de lo Social a través de una demanda laboral.
En el orden jurisdiccional social, los trabajadores están especialmente protegidos, con procesos ágiles, exentos de tasas y accesibles incluso sin abogado. Aquí te explicamos los diferentes tipos de demandas laborales y qué hacer en caso de que tu empresa no cumpla con la ley. Ya sea que enfrentes un conflicto individual o una situación colectiva, esta guía es tu punto de partida para conocer tus derechos y cómo ejercerlos con garantías.
Demanda laboral: ¿Qué es y que supone para un trabajador y una empresa?
Una demanda laboral en España es una acción legal que puede interponer un trabajador cuando su empleador incumple obligaciones contractuales o vulnera derechos reconocidos en el Estatuto de los Trabajadores. Este procedimiento judicial se tramita ante el Juzgado de lo Social y permite reclamar por situaciones como el despido improcedente o nulo, reclamaciones de cantidad (como el impago de salarios o horas extra no abonadas), acoso laboral (mobbing), o modificaciones sustanciales de las condiciones laborales impuestas de forma unilateral por la empresa.
Este tipo de conflicto se enmarca dentro del Derecho Laboral y tiene como objetivo proteger la relación laboral y los derechos del trabajador frente a posibles abusos, discriminación o trato injusto en el entorno de trabajo.
Demandas laborales colectivas e individuales: Diferencias clave
En el ámbito del Derecho Laboral en España, los trabajadores pueden acudir a la vía judicial a través de dos tipos de acciones: demandas individuales y demandas colectivas. Cada una responde a situaciones distintas y sigue procedimientos específicos dentro del orden jurisdiccional social.
Demanda laboral individual
Se presenta cuando un solo trabajador interpone una reclamación laboral por una situación que le afecta de manera personal y directa. Algunos ejemplos comunes incluyen:
- Despido improcedente o nulo
- Impago de salarios o reclamación de cantidades
- Acoso laboral (mobbing)
- Modificaciones sustanciales del contrato
Este tipo de demanda se presenta en el Juzgado de lo Social tras agotar la fase de conciliación previa ante el SMAC. El trabajador puede actuar por sí mismo o con la asistencia de un abogado laboralista.
Demanda laboral colectiva
La demanda colectiva es promovida por sindicatos o representantes legales de los trabajadores cuando el conflicto afecta a un grupo, departamento o a toda la plantilla. Su objetivo es proteger intereses colectivos ante medidas empresariales de carácter general, como:
- Aplicación de un ERTE o ERE
- Modificación colectiva de condiciones laborales (jornada, salarios, turnos)
- Despidos colectivos o reducciones de plantilla
- Vulneración de convenios colectivos
Estas demandas se tramitan ante la Audiencia Nacional o los Tribunales Superiores de Justicia, dependiendo del ámbito de aplicación del conflicto (nacional o autonómico).
Es importante distinguir qué tipo de demanda corresponde según el caso, ya que afecta al procedimiento judicial, a la representación y al tipo de resolución que se puede obtener.
Demandas laborales en España: Tipos
El Derecho Laboral español contempla diferentes tipos de demandas laborales, en función del conflicto que se quiera resolver. Cada una responde a una causa concreta y sigue un procedimiento específico dentro del orden social jurisdiccional. A continuación, se explican los principales tipos:
Demandas por despido
Se interponen cuando un trabajador considera que su despido ha sido injustificado, sin causa objetiva o con vulneración de derechos fundamentales. Pueden clasificarse en:
- Despido improcedente: Sin justificación válida o sin cumplir los requisitos formales.
- Despido nulo: Si existe discriminación, represalia o se vulneran derechos fundamentales.
- Despido objetivo: Aun con causa, puede impugnarse si no se ajusta a derecho.
Reclamaciones de cantidad
Se trata de demandas para exigir el pago de salarios adeudados, horas extra no abonadas, pagas extraordinarias, finiquitos mal calculados o cualquier otra deuda económica laboral.
Reconocimiento de derechos
Este tipo de demanda busca que el juzgado reconozca derechos vulnerados o negados por la empresa, como:
- Reclasificación profesional (cambio de categoría laboral)
- Derecho a permisos retribuidos o licencias
- Aplicación correcta del convenio colectivo
Demandas por acoso o vulneración de derechos fundamentales
En casos de acoso laboral (mobbing), discriminación, represalias o vulneración de la intimidad, el trabajador puede acudir a la vía judicial solicitando no solo el cese de la conducta, sino también una indemnización por daños morales.
Impugnación de sanciones
Cuando la empresa impone una sanción disciplinaria (suspensión de empleo y sueldo, amonestación, etc.), el trabajador puede impugnarla judicialmente si considera que no es proporcional o justificada.
Cada tipo de demanda tiene sus propios plazos procesales y requisitos, por lo que es recomendable contar con asesoría jurídica especializada o recurrir a los servicios de un abogado laboralista.
Motivos frecuentes para presentar una demanda laboral
Existen diversas situaciones en las que un trabajador puede verse obligado a interponer una demanda laboral en España para defender sus derechos frente a incumplimientos por parte del empleador. Estos son los motivos más habituales reconocidos por la jurisdicción laboral:
- Despido improcedente o despido nulo: Cuando se prescinde del trabajador sin causa justificada o violando derechos fundamentales.
- Impago o retrasos reiterados en el salario: Constituye un incumplimiento grave del contrato de trabajo y es causa legítima de acción judicial.
- Modificación sustancial de condiciones laborales: Cambios importantes en jornada, horario, salario o funciones sin acuerdo ni justificación.
- No remuneración de horas extraordinarias: Las horas extra no pagadas o no reconocidas pueden ser objeto de reclamación de cantidad.
- Movilidad geográfica o funcional impuesta: El traslado forzoso sin justificación puede vulnerar los derechos del trabajador.
- Acoso laboral (mobbing): Situaciones de presión psicológica, hostigamiento o humillaciones continuadas en el entorno de trabajo.
- Discriminación laboral: Por razón de sexo, edad, origen, orientación sexual, ideología o cualquier otra condición protegida legalmente.
Estos conflictos pueden ser canalizados a través de la vía judicial laboral si no se resuelven mediante conciliación previa en el SMAC (Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación).
Presentar una demanda laboral: Paso para llevarlo a cabo
Para iniciar un procedimiento judicial laboral en España, es necesario seguir una serie de pasos legales establecidos. Este proceso está regulado por la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social y busca garantizar la protección de los derechos del trabajador. A continuación, se detallan las etapas principales:
- Presentar la papeleta de conciliación: Es un trámite obligatorio previo a la demanda. Se realiza ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) de la comunidad autónoma correspondiente. Aquí se intenta alcanzar un acuerdo extrajudicial entre trabajador y empresa.
- Esperar la citación para el acto de conciliación: El SMAC convoca a ambas partes en un plazo de aproximadamente 15 a 30 días hábiles. Si la empresa no comparece, el acto se celebra igualmente y se da por no resuelto.
- Presentar la demanda en el Juzgado de lo Social: Si no hay acuerdo en la conciliación, el trabajador debe interponer formalmente la demanda laboral. Esta debe presentarse dentro de los plazos legales, y debe ir acompañada de los hechos reclamados y las pruebas disponibles.
- Preparar la vista judicial: Se recopilan documentos (contrato, nóminas, comunicaciones), testigos, informes médicos (en caso de acoso) u otros elementos que respalden la reclamación laboral. Luego, ambas partes comparecen en el juicio laboral.
Este procedimiento busca resolver conflictos laborales como despidos improcedentes, impago de salarios o discriminación en el trabajo, garantizando el acceso a la justicia laboral de forma gratuita para los trabajadores.
Plazos y tiempo límite para interponer una demanda
Los plazos para presentar una demanda laboral en España están claramente definidos en la normativa laboral y deben respetarse estrictamente. El incumplimiento de estos plazos puede suponer la pérdida del derecho a reclamar judicialmente. A continuación, se detallan los más comunes:
- Despido improcedente o nulo: El plazo para demandar es de 20 días hábiles desde la fecha de efectos del despido. Es obligatorio presentar previamente la papeleta de conciliación.
- Reclamaciones de cantidad: Para exigir el pago de salarios atrasados, horas extra no abonadas o cualquier cantidad económica derivada de la relación laboral, el plazo general es de 1 año desde que la deuda es exigible.
- Otros conflictos laborales: En casos de modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo, traslados forzosos o violaciones de derechos fundamentales, los plazos oscilan entre los 20 y 30 días hábiles dependiendo del tipo de infracción.
Es importante destacar que los días hábiles excluyen sábados, domingos y festivos. Para evitar la caducidad de la acción, se recomienda actuar con rapidez y solicitar asesoramiento legal lo antes posible.
Documentación necesaria para presentar una demanda laboral
Para iniciar con éxito una demanda laboral en España, es fundamental recopilar toda la documentación probatoria que respalde los hechos denunciados. Esta evidencia es clave tanto en el acto de conciliación como en el procedimiento ante el Juzgado de lo Social. A continuación, se detallan los documentos más relevantes:
Contrato de trabajo
Acredita la existencia de la relación laboral. Si no existe contrato escrito, pueden usarse otros medios de prueba como correos electrónicos, nóminas o mensajes.
Nóminas, recibos de sueldo o justificantes de impago
Sirven para demostrar deudas salariales, retrasos en el pago o diferencias económicas que justifiquen una reclamación de cantidad.
Carta de despido
O cualquier comunicación escrita que detalle la extinción de la relación laboral, incluyendo notificaciones formales, correos electrónicos o burofax enviados por la empresa.
Capturas de pantalla, mensajes, correos electrónicos
Pueden ser claves como pruebas documentales en casos de acoso laboral (mobbing), discriminación, hostigamiento o incumplimientos del contrato.
Acta de conciliación del SMAC
Documento que acredita que se ha intentado alcanzar un acuerdo extrajudicial sin éxito. Es obligatorio adjuntarlo para presentar la demanda laboral ante el juzgado.
Datos del empleador
Incluyen nombre o razón social, CIF, domicilio fiscal o centro de trabajo. Son imprescindibles para identificar correctamente a la empresa demandada.
Cuanta más documentación se aporte, más sólida será la posición del trabajador en el juicio laboral. En algunos casos también pueden presentarse testigos o informes médicos, especialmente en situaciones de mobbing o baja por ansiedad laboral.
¿Es obligatorio tener abogado para una demanda laboral?
En el sistema jurídico español, no es obligatorio contar con abogado ni procurador para presentar una demanda laboral en el Juzgado de lo Social. El trabajador puede ejercer su autodefensa y representarse a sí mismo, especialmente en la primera instancia.
No obstante, se recomienda encarecidamente contar con los servicios de un abogado laboralista especializado, ya que estos profesionales tienen experiencia en reclamaciones laborales, juicios por despido improcedente, conflictos por impago de salarios, y conocen a fondo los procedimientos del orden jurisdiccional social.
Además, si la parte demandada —la empresa— comparece con representación legal, el trabajador puede estar en clara desventaja técnica. Un abogado puede redactar correctamente la demanda, valorar las pruebas documentales, preparar el juicio y calcular adecuadamente la indemnización laboral que corresponda.
Costes de una demanda laboral en España
Presentar una demanda laboral en España no tiene coste judicial para el trabajador: no se pagan tasas, no es obligatorio contratar abogado ni procurador, y el trámite de conciliación previa ante el SMAC es gratuito. Solo podrían generarse gastos si se contrata representación legal o se presenta un recurso en instancias superiores.
El procedimiento laboral está pensado para que cualquier persona pueda acceder a la justicia laboral sin barreras económicas, especialmente en casos como despido improcedente, reclamaciones de cantidad o acoso laboral. A continuación, se detallan los posibles costes asociados según cada fase del proceso:
- Conciliación previa ante el SMAC: Gratuita, sin tasas ni necesidad de abogado.
- Demanda ante el Juzgado de lo Social: También gratuita. Los trabajadores están exentos de tasas judiciales y pueden representarse a sí mismos.
- Honorarios de abogado (opcional): Aunque no es obligatorio, muchos trabajadores recurren a un abogado laboralista, cuyos honorarios pueden variar: tarifa fija, porcentaje sobre indemnización o asistencia jurídica gratuita si se cumplen los requisitos económicos.
- Costes por recurso o apelación: Si el caso se eleva al Tribunal Superior de Justicia u otra instancia, puede haber costes adicionales por representación legal o pruebas periciales.
El coste de una demanda laboral suele ser muy bajo o nulo en su fase inicial, lo que garantiza el acceso a la justicia para cualquier trabajador que desee reclamar sus derechos laborales.